14.000 toneladas de ropa recogida en los contenedores naranjas

La Cooperativa mantiene sus cifras de crecimiento constante de la recogida de ropa, gracias al aumento de la conciencia por la cura sobre el planeta, la reutilización textil y la credibilidad y transparencia de la marca.

La cooperativa Ropa Amiga ha recogido 13.932.236 kilos de ropa en Cataluña a través de los 3.073 contenedores naranjas y puntos de recogida Ropa Amiga repartidos en los municipios y empresas colaboradoras, durante el año 2023.

La gestión de este residuo evitó la emisión de un total de 348.305 toneladas de CO₂ a la atmósfera -cálculo desarrollado a través de ECO-TLC-, pero el valor del proyecto textil de Ropa Amiga va más allá: el gesto de depositar la ropa a los contenedores naranjas ha permitido generar un total de 353 puestos de trabajo de inserción para personas en situación de vulnerabilidad social; creciendo un 9% respeto 2022.

El valor diferencial del proyecto es que en cada una de estas fases trabajan personas que se encuentran en riesgo de exclusión social; personas que dentro de su itinerario sociolaboral tienen la oportunidad de acceder a un trabajo. Los contratos de inserción son contratos estables (mínimo de 6 meses), regulados a través de la Ley de Empresas de Inserción, que permiten a la persona recuperar o adquirir hábitos laborales y especializarse en un oficio para acceder a un lugar de trabajo al mercado ordinario. Una vez el trabajador/a da el salto a la empresa ordinaria, su lugar de trabajo es ocupado por otra persona en situación de vulnerabilidad que inicia un nuevo itinerario de inserción. Además de ser una herramienta-puente hacia el mundo laboral, los contratos de inserción también aportan estabilidad económica y emocional.

La Cooperativa Ropa Amiga, formada por siete empresas de inserción (ADAD-L'Encant, Andròmines,Engrunes, Formació i Treball, Recibaix, Solidança Trebal, Treball i Serveis Tapís) es la encargada de la administración de los contenedores y la recogida de ropa usada. Después de la recogida, la ropa se lleva a las plantas de tratamiento textiles donde pasa por un proceso de elige y clasificación en función del estado y la tipología de las piezas, por su posterior reutilización y reciclaje.

En cuanto al tratamiento textil, aproximadamente el 50% del material recogido se prepara para su reutilización. Un 45% se prepara para su reciclaje a nuevas fibras. Y el 5% restante se utiliza en proyectos de cogeneración eléctrica y calorífica. Este proyecto sigue un modelo de economía circular y sostenible en el tiempo que genera un doble impacto:

Social: genera puestos de trabajo para personas en riesgo de exclusión social.
Ambiental: convierte el residuo en un recurso a través de la reutilización y se evita la generación de emisiones de CO₂ al medio ambiente.

La ropa recogida que se puede reutilizar se gestiona para su posterior distribución. Esta se  puede destinar a personas provenientes de los Servicios Sociales, así como para la comercialización a las tiendas de segunda mano promovidas por las entidades de Ropa Amiga, donde se ofrece a precios asequibles para fomentar la reutilización y el consumo responsable.

Por lo tanto, estos resultados nos animan un año más a seguir trabajando por un modelo de economía circular y social en que la gestión del residuo textil supone una gran oportunidad de creación de lugares a trabajo por la inserción laboral.